15 de agosto de 2006

La Verbena de la Paloma

La Verbena de la Paloma, que se celebra el 15 de agosto en torno a la Iglesia de la Paloma, en las inmediaciones de la madrileña calle Toledo.

En 1893 a los empresarios del teatro Apolo se les metió en la cabeza poner música a La Verbena de la Paloma, de Ventura de la Vega y decidieron encargarle la obra a Chapí, que siempre había sido un defensor acérrimo de la zarzuela y, de hecho, ya había compuesto varias de gran éxito. Pero mira por dónde que aquél estaba en malas relaciones con los encargados del teatro Apolo y se negó a acceder a su petición. Estos no desistieron y le ofrecieron el encargo a Tomás Bretón, eso sí, sin mucha convicción, pues éste nunca había creado una obra musical de género chico.

Realmente, Bretón llevaba tiempo embarcado en una campaña en pro de la ópera nacional, componiendo varios ilustres títulos, pero sin obtener el reconocimiento del público. A pesar de todo, Bretón aceptó, y el 17 de febrero de 1894 se estrenó La Verbena de la Paloma en el horario de la segunda sesión. Fue tal su éxito que inmediatamente pasó a representarse en la cuarta sesión, la preferida del público noctámbulo y trasnochador.

Lo cierto es que La Verbena de la Paloma es un compendio del Madrid más castizo y chulapo. Ventura de la Vega en su libreto saca a relucir estampas y tópicos de un barrio popular del XIX: un viejo boticario picaruelo que persigue, iluso, el amor juvenil de dos chulapas (ya sabes, “una morena y una rubia, hijas del pueblo de Madrid”); Julián, un honrado cajista, y Susana, una coqueta modistilla.

También está la señá Antonia, una cincuentona gorda y aguardentosa, muy interesada en sacarle el parné al boticario, casando con él a alguna de sus sobrinas Casta y Susana. No podían faltar un guardia y un sereno que discuten sobre política, la “municipalidad”. Y, como ambientación, el típico café cantante en el que se interpreta copla andaluza, y la romería en la plazuela, donde se baila el chotis al son del organillo.

Con todo este argumento, hilado por Ventura de la Vega, hizo Bretón una música magistral, a pesar de que el día del estreno él mismo no las tenía todas consigo. Se cuenta que esa noche, al empuñar la batuta, mientras el público le aplaudía, él comentó en voz alta: “Me parece que en esta ocasión me he equivocado”. Craso error, pues fue un éxito fulgurante.

De hecho, La Verbena de la Paloma hoy es considerada por la crítica la obra maestra del género chico.

Pero la fama de esta obra inmortal trasciende la música y así han quedado en el acervo popular expresiones suyas tan simpáticas como aquélla de la primera conversación entre Hilarión y su amigo Sebastián. En ella Sebastián le dice al boticario que “hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad”. Frase que ha pasado a nuestro repertorio hablado.
Fuente: aula.el-mundo.es


13 de agosto de 2006

Arte en el tren






El otro día un amigo del trabajo me enseñó algo que había pasado inadvertido para mí, a pesar de pasar todos los días por delante de mis ojos, una de esas miles de cosas que uno ve y no ve, porque no le presta atención.
Resulta que en algunas de las estaciones del cercanías de Madrid (Méndez Álvaro, Delicias y Embajadores) hay una línea de azulejos de un color más claro que el resto, y en el que esta esculpido en bajo relieve un perfil de la ciudad. El pasado viernes tomé unas fotografías de algunos de estos azulejos y aquí las muestro.
El metro y el cercanías de Madrid están llenos de detalles que pasan inadvertidos a nuestros ojos a causa de la rapidez con la que pasamos por estos medios de transportes, y es que siempre vamos con prisa.

1 de agosto de 2006

Calle Alcalá y Puerta de Alcalá




La Puerta de Alcalá es un monumento que se halla en la plaza de la Independencia de Madrid, en pleno centro de la ciudad, a dos pasos de la entrada principal a los jardines del Retiro. Atraviesa la plaza la calle de Alcalá y de ella nacen las calles de Alfonso XII, Serrano y Olózaga. Su nombre proviene de la anterior salida de Madrid hacia Alcalá de Henares. La Puerta de Alcalá fue mandada construir por el rey Carlos III, con el fin de sustituir a otra que había anteriormente en estado ruinoso, formada por dos torrecillas. El ingeniero arquitecto que la construyó fue Francesco Sabatini. La obra se inauguró en 1778, no como monumento, sino como auténtica puerta, en sustitución de la otra nombrada anteriormente. A un lado y a otro seguía existiendo la cerca que protegía la ciudad por el este y que seguiría en pie hasta 1869, año en que se remodeló la actual plaza llamada "Plaza de la Independencia".

Consta de 5 vanos, 3 con arco de medio punto y 2 con arco adintelado. En cada uno de los vanos había una reja (verdaderas puertas), que se cerraban todos los días al atardecer. En el centro, en el ático, hay una lápida que dice en latín: Carlos III. Año 1778. Un poco más arriba puede verse el escudo de armas sostenido por la Fama y un genio. Está construida en piedra caliza de Colmenar (Madrid) sobre un fondo de piedra berroqueña.

Hechos acaecidos ante la Puerta de Alcalá :


En 1823, la Puerta de Alcalá recibió en su piedra una ráfaga de balas de cañón. En el siglo XXI pueden verse aún las señales.


A través de los arcos de la puerta han pasado a lo largo de la historia gentes ilustres, triunfantes, derrotados, cortejos y desfiles. El conde de Vistahermosa pasó por ese mismo sitio un 30 de julio de 1854; había sido derrotado en Vicálvaro (Madrid) pero él venía blandiendo como trofeo una lanza del enemigo. Los madrileños le apodaron desde ese momento “Longinos” (como el soldado romano que se dice que atravesó con su lanza el costado de Cristo).


El 8 de marzo de 1921, a las ocho y veinte de la tarde, el Presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Dato, regresaba en su coche para dirigirse a su casa, después de una larga sesión en el Senado cuando apareció una moto y alguien desde ella empezó a disparar. Llevaron al presidente a la Casa de Socorro que estaba situada muy cerca, en la calle de Olózaga. Dato llegó ya sin vida.

Como la calle de Alcalá (que atraviesa esta puerta) era cañada real, durante muchos años pasaron por debajo de los arcos los rebaños de ovejas trashumantes.

Fuente: wikipedia.org